El invierno llega a su fin y el viñedo despierta de su letargo. Pero antes de que la savia comience a fluir con fuerza y las primeras yemas asomen, hay una labor imprescindible que marcará el destino de la próxima cosecha: la poda de la vid.
En los Arribes del Duero, donde la viticultura desafía suelos de granito y pizarra y se nutre del contraste entre el sol abrasador y las noches frías, la poda no es solo una técnica. Es un arte. Cada corte debe ser preciso, calculado, intencionado. Un gesto que equilibra la vid, regula su producción y, en última instancia, define el carácter del vino que llegará a la copa.
No se trata de cortar por cortar. Se trata de entender la planta. De saber qué dejar y qué eliminar. De prever cómo crecerán los brotes en los próximos meses y cómo influirá cada decisión en la calidad del fruto.
Pero, ¿por qué es tan importante la poda de la vid? ¿Cómo impacta en la estructura y expresión de los vinos de DOMINIO DE GALLO?
Por qué es fundamental la poda de la vid
Un viñedo sin podar es un caos. Los sarmientos crecen en todas direcciones, compiten entre sí y la energía de la planta se dispersa. El resultado: racimos descontrolados, uvas de maduración irregular y un vino desequilibrado.
La poda no solo es una cuestión de estética o rendimiento. Es un factor determinante en la calidad del vino.
Beneficios claves de la poda de la vid
Regulación del crecimiento: la vid concentra su energía en un número limitado de racimos, lo que mejora la calidad del fruto.
Optimización de la luz y ventilación: al eliminar ramas innecesarias, se evita la acumulación de humedad y el riesgo de enfermedades fúngicas.
Mayor concentración de azúcares y polifenoles: la maduración se produce de manera homogénea, dando como resultado vinos con mayor complejidad y estructura.
Longevidad de la vid: un viñedo bien podado envejece mejor y mantiene su productividad durante más tiempo.
En pocas palabras, la poda es el primer gran paso hacia un vino bien hecho.
Tipos de poda y su impacto en la vid
Existen diferentes sistemas de poda de la vid, cada uno con sus ventajas y aplicaciones. En DOMINIO DE GALLO, elegimos el método adecuado en función de la variedad, el tipo de suelo y la climatología de los Arribes del Duero.
Poda de invierno vs. Poda en verde
Poda de invierno: se realiza cuando la vid está en reposo vegetativo. Aquí es donde se decide la arquitectura de la planta para el nuevo ciclo.
Poda en verde: tiene lugar en primavera y verano. Su objetivo es optimizar la maduración y aireación del fruto, eliminando brotes superfluos.
Ambas son imprescindibles. La primera da forma. La segunda refina.
Poda Guyot y Poda en Cordón
Los sistemas más utilizados en la viticultura de calidad:
- Guyot: se deja un solo brazo con una cantidad controlada de yemas. Perfecto para variedades de ciclo largo.
- Cordón Royat: los sarmientos crecen de manera uniforme a lo largo de un eje principal, lo que permite un control más preciso de la producción.
Cada viñedo se evalúa individualmente. No hay fórmulas universales. Solo decisiones estratégicas para extraer lo mejor de cada cepa.
La poda y el papel de las mariquitas en nuestros viñedos sostenibles
La sostenibilidad no se limita a una poda bien ejecutada. Un viñedo equilibrado necesita aliados naturales para prosperar, y en DOMINIO DE GALLO, encontramos uno de los más efectivos en un insecto diminuto y discreto: las mariquitas.
Estas pequeñas depredadoras desempeñan un papel crucial en la salud del viñedo:
Control biológico: se alimentan de insectos dañinos, reduciendo el uso de tratamientos químicos.
Ecosistema equilibrado: su presencia indica que el viñedo está en armonía con la biodiversidad.
Menos intervenciones artificiales: un viñedo con mariquitas es un viñedo más resiliente.
Para fomentar su presencia, respetamos la flora autóctona, evitamos pesticidas agresivos y creamos un entorno donde estos pequeños aliados puedan prosperar.
Las mariquitas no solo protegen la vid, también refuerzan nuestra filosofía de una viticultura sostenible y comprometida con el medioambiente.
Conclusión: la poda, la base de un gran vino
No hay atajos en la viticultura de calidad. La poda es un trabajo meticuloso que requiere conocimiento, paciencia y visión a largo plazo. Es el primer paso en la construcción de un gran vino.
En nuestros viñedos, cada corte tiene un propósito. Cada decisión está alineada con nuestra filosofía de sostenibilidad y respeto por el terroir de los Arribes del Duero.
Ahora que conoces la importancia de la poda de la vid, te invitamos a descubrir el resultado de esta labor.